lunes, 7 de diciembre de 2009
Ampliación del Museo del Prado de Madrid / Rafael Moneo
‘Glass Pavilion’ de Kazuyo Sejima + Ryue Nishizawa / SANAA
El pabellón se ubica en medio de un parque, en un barrio de casas estilo voctoriano, entre árboles de 150 años de antiguedad. Conservar estos árboles y ‘llevarlos’ al interior del edificio fue uno de los desafíos de los arquitectos. Para eso, diseñaron un pabellón formado por un solo edificio con patios en su interior, de manera que los visitantes se sientan caminando bajo los árboles.
Las paredes que separan los espacios interiores están formadas por vidrios curvos, de manera de asegurar el contacto visula tanto con el interior como con las exhibiciones interiores. El Glass Pavilion es el primer edificio diseñado por SANAA en EE.UU.
Museo del Chocolate Nestlé / Rojkind Arquitectos
Arquitectura como experiencia. Arquitectura sensorial, propiciada desde el recorrido arquitectónico, desde las sorpresas, los giros y los quiebres. Arquitectura como reto. Tanto las formas y los espacios que contiene, como los tiempos, están llevados al límite. Quiebres y tiempo récord: tres meses para proyectar y construir. Arquitectura efectista y expansiva que refleja el instante congelado de un choque de trenes en el aire.
Situado sobre la lateral de la autopista en la entrada de Toluca, en el extremo de una anodina instalación industrial que con sus trescientos metros de largo pasaba desapercibida, el nuevo objeto aparece con la espectacularidad de una vitrina. A medio camino entre La serpiente de Mathias Goeritz y El grito de Munch, este origami zigzagueante se levanta del nivel del jardín y se convierte en la entrada a un mundo mágico, al recorrido por la fábrica de chocolate que poco tiene que envidiar de la de Tim Burton. Los seiscientos metros cuadrados de la nueva construcción elevada sobre el jardín, albergan un área de recepción; un teatro que prepara a los jóvenes visitantes para el viaje al mundo del chocolate; el pasaje hacia el túnel existente que circula sobre las áreas de producción en el interior de la fábrica; y la tienda de chocolates y gadgets afines, al final de recorrido.
Así, una escalera posterior engulle a los grupos de escolares por un prisma atrompetado y facetado. Los triángulos del caleidoscopio desplegado se maquillan de diferentes blancos para acentuar las diferencias de planos. El vestíbulo se abre sobre el paisaje de una periferia anodina de cables de alta tensión, espectaculares y autopista para dar cabida a los grupos, entre el mostrador de atención y los sofás en forma de tabletas de chocolate. El teatro de este pequeño EPCOT encierra a los visitantes unos minutos para introducirlos virtualmente al líquido mundo de los dulces. De ahí inicia el recorrido por pasillos, túneles y miradores sobre las salas de la fábrica. Antes de salir, una tienda invita a perpetuar el momento con objetos para llevar y tronos que convierten en príncipes por un instante.
Este juguete a escala urbana invita a un recorrido emocional y da rienda suelta a la exuberante creatividad de Michel Rojkind. El nuevo alebrije —rojo por fuera y blanco por dentro— de papiroflexia urgente, irrumpe como ícono único en la periferia toluqueña.
MUSEO DE LA MEMORIA / Estudio América
El proyecto fue resultado de un concurso internacional, con una amplia convocatoria lograda a través de su publicación en Plataforma Arquitectura.
El primer lugar fue para la oficina brasileña Estudio América, quienes nos han compartido un registro de la construcción de este proyecto que deberia estar listo en Diciembre, que les presentamos a continuación junto a la memoria del proyecto:
La construcción de una memoria colectiva.
(En honor a la memoria de algunos, que lucharon por los derechos de muchos)
Todo proyecto es un instante muy peculiar de cómo se entienden todos los matices de un momento específico de una realidad en transformación. Esta calidad fugaz del diseño, se puede captar durante la obra y a veces también en la obra concluida. Llegar a construir este proyecto para nosotros fue más que una aventura, en el mejor sentido de la palabra, fue también el resultado de participar en un proceso de transformación cultural que va más allá de pura y simples construcción.
Los cambios son recurrentes del proceso colectivo de trabajo. Siempre tuvimos claro que lo que se contrató fue la idea. Y la lucha siempre fue en mantenerse fiel a esos principios.
Haber ganado este concurso internacional para un proyecto del bicentenario, significa entender el sentido pleno de construir un monumento nacional, en ese sentido el Museo de la Memoria se transformará en un amplificador por el significado de idealizarlo como institución y por la contundencia de su contenido.